Es una época en la que las mujeres se pronuncian contra el acoso y las agresiones y se sienten lo suficientemente empoderadas para compartir sus historias. Es importante reconocer otra revolución, una que ha ido progresando lentamente año tras año durante décadas y que está llegando a un punto crítico en el que nosotros, como sociedad, estamos comenzando a sentirnos seguros al explorar nuestra sexualidad y nuestras fantasías y expresarlas a los demás a nuestras parejas sin sentir culpa.
Como sociedad, estamos llegando a la idea de que el placer es una exploración sin fin. La intimidad no es una caricatura, como la pornografía, las películas o lo que las marcas nos quieren hacer pensar. La verdadera intimidad es inoportuna, incómoda, desordenada e imperfecta y son estas imperfecciones son las que la hacen tan increíblemente emocionante.
Por primera vez estamos aprendiendo sin juzgar, sin vergüenza o timidez a sentirnos cómodos con la idea de aceptar lo que nos gusta y explorarlo. Y cada vez dudamos menos en decir “no” a lo que no queremos.
Ser honesto conmigo mismo.
Ser honesto con mi pareja.
Sentirme cómodo explorando mi sexualidad.
Masturbarme más.
Estar abierto a probar cosas nuevas.
Explorar infinitamente mi sexualidad.
La autora Erica Garza lo resume perfectamente:
“Consigue un vibrador, explora tu cuerpo, mira aquello que te gusta, no tengas miedo de las fantasías, explora tu mente, se honesto en la cama y no caigas en la trampa del “sexo fingido “. Nosotros podríamos pensar que el sexo se ve de cierta manera, o que a un hombre le gustarán ciertas cosas, pero es importante ser real y honesto y no tener miedo de ser vulnerable a tus deseos “.
Porque nada es más sexy que ser real. ❤